Evolución de biomasa (B) y biomasa reproductiva (BR). Merluza y anchoíta.
Muestra las tendencias de la biomasa total (B) de cada recurso y de sus fracciones reproductivas (BR). El indicador se presenta para merluza común (Merluccius hubbsi), merluza de cola (Macruronus magellanicus) y anchoita (Engraulis anchoita), por ser especies de importancia ecológica y/o comercial del Mar Argentino.
Fuente: Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP). Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Se describen dos poblaciones: merluza norte (Merluccius hubbsi) ubicada al norte de 41oS de latitud, y merluza patagónica, ubicada sur de 41oS. El efectivo norte de merluza se encuentra en niveles de biomasa reproductiva (BR) muy bajos los cuales no asegurarían el éxito de los futuros reclutamientos.
A partir de la relación stock- recluta estimada se consideró como punto biológico de referencia objetivo una BR (Biomasa Reproductiva) de 230.000 t, debido a que en ese valor los reclutamientos serían mayores en promedio y menos variables. Del mismo modo con valores superiores a una BR de 150.000 t, los reclutamientos resultaron más variables pero con valores de reclutamiento promedio mayores que aquellos estimados por debajo del mismo, por lo que también se fijó dicho número como un primer objetivo de recuperación.
En el efectivo sur los resultados de la última evaluación y diagnóstico efectuada durante 2013 indicaron un aumento de la biomasa reproductiva en los últimos tres años, lo que permitió superar el Punto Biológico de Referencia de 450 mil t de BR y por lo tanto, considerar un nuevo Punto Biológico de Referencia Objetivo (PBRO) de 600 mil t, asociado a la presencia de un porcentaje de grandes reproductores mayor o igual que el estimado en la población a inicios de 2013 (entre 16 a 18 % de ejemplares mayores a 5 años de edad). Con ese fin, se ha planteado recuperar no sólo la abundancia sino también la estructura de edades de la biomasa reproductiva alcanzando porcentajes de ejemplares de grandes talles con mayores capacidades reproductivas significativamente superiores a los estimados últimamente.
Fuente: Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP). Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
La población de merluza de cola se distribuye entre los 36ºS y los 55ºS, sobre a plataforma y el talud continental del Mar Argentino. Sin embargo, a los efectos de estimar la abundancia poblacional se considera el área que se extiende al sur de los 45ºS, por concentrarse allí más del 95% de su biomasa.
La evolución de la abundancia de esta especie ha evidenciado fluctuaciones que estarían relacionadas con los reclutamientos exitosos ocurridos durante la década de 1990 y, cuyo efecto se puede seguir hasta mediados del 2000.
La biomasa total se encuentra en niveles cercanos a los existentes al comienzo de la pesquería, habiendo alcanzado la biomasa reproductiva los límites considerados como precautorios para producir reclutamientos de la magnitud conveniente tendientes a mejorar la condición del efectivo. De acuerdo con las últimas investigaciones, el mismo se halla sometido a una explotación plena, próximo a los niveles considerados como óptimos.
Fuente: Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP). Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Se describen dos poblaciones: anchoíta bonaerense (Engraulis anchoíta, 34o–41o S) ubicada al norte de 41o de latitud sur, y anchoíta patagónica (Engraulis anchoíta, sur de 41o S).
Anchoíta Bonaerense: la población de anchoíta al norte de 41o S habría alcanzado en el periodo 1990 – 2013 valores puntuales de biomasa total entre un mínimo de 809 mil y un máximo de 5.680.000 toneladas, sin presentar una tendencia definida y con una media de 2,15 millones de toneladas. Estas fluctuaciones son típicas de los peces pelágicos y dependen principalmente de la magnitud de la incorporación anual de nuevos individuos, que superó los niveles promedios en los años 1996, 2001 y 2003, según indican los estudios más recientes. Las abundancias de reproductores en los últimos años, aun situándose entre las menores del periodo, superan con claridad el valor de precaución sugerido como límite al recomendar capturas biológicamente aceptables para el año 2014. El recurso se halla sometido a una modesta explotación.
Anchoíta Patagónica: las fluctuaciones naturales de abundancia de esta población tampoco mostraron una tendencia definida, variando su biomasa total entre un mínimo de 956 mil y un máximo de 2.155.000 toneladas, para promediar 1.351.000 toneladas durante el periodo 1990–2013. La cantidad de reproductores estimada en los años más recientes ha sido holgadamente superior al nivel de precaución indicado como límite de precaución al recomendar capturas biológicamente aceptables para el año 2014. La explotación del recurso es muy ligera.
Fórmula

Definición de variables
B: biomasa total de cada especie seleccionada, correspondiente al 1º de enero del año de estimación.
BR: biomasa reproductiva correspondiente al 1º de enero del año de estimación.
N: número de individuos de la edad a para el año y.
W: peso medio del efectivo de la edad a para el año y (estimado al 1º de enero).
Pm: proporción de individuos maduros por edad y año (estimado al momento de la reproducción).
a: edad
y: año de ocurrencia
Relevancia del indicador para el desarrollo sostenible
Los valores alcanzados por estos índices se evalúan con relación a puntos de referencia preestablecidos, que se vinculan en forma directa con la sustentabilidad de las poblaciones de peces explotadas comercialmente. El objetivo de utilizar puntos de referencia técnicos es regular el volumen extraído de peces, asegurando la permanencia de una biomasa poblacional que sea capaz de soportar la explotación a corto, mediano y largo plazo.
La “biomasa reproductiva límite” (BRlim), es un punto de referencia que se establece como un porcentaje, considerado seguro, de la biomasa de reproductores existente cuando la población era virgen (sin pesca).
La BRlim indica el nivel más bajo de biomasa reproductiva que sería compatible con la sustentabilidad, pero corresponde a un estado extremo del recurso, que se considera indeseable y que la acción de ordenación debe evitar.