Iniciativa Latinoamericana y Caribeña para el Desarrollo Sostenible
La Conferencia de Río 1992, fue convocada tras reconocer que los patrones de producción y consumo, principalmente en los países desarrollados, habían alcanzado niveles insostenibles, poniendo en riesgo la estabilidad de diversos bienes y servicios ambientales, que garantizan tanto la continuidad de las actividades productivas como la calidad de vida. La finalidad de esta reunión fue iniciar un camino para revertir tal situación en beneficio de toda la humanidad.
Durante la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible (Johannesburgo, 2002) se evalúo el avance en los compromisos adoptados en Río 92 y se trazaron nuevas metas. En este marco, se lanzó la Iniciativa Latinoamericana y Caribeña para el Desarrollo Sostenible, que refleja las singularidades, visiones y metas de la región, teniendo en cuenta ante todo la vigencia del principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas de los estados.
Su objetivo es adoptar medidas concretas en diferentes ámbitos del desarrollo sostenible como la diversidad biológica; los recursos hídricos; las ciudades sostenibles; los aspectos sociales (incluidas la salud y la pobreza); los aspectos económicos (incluida la energía) y los arreglos institucionales (incluidos el fomento de las capacidades, los indicadores y la participación de la sociedad civil), teniendo en cuenta la ética del desarrollo sostenible.
Esta iniciativa aspira a introducir una dimensión ambiental en los procesos económicos y sociales; asegurar el uso sostenible de los recursos naturales; contribuir a aliviar la pobreza; aumentar la igualdad social mediante la creación de capacidades y el traspaso de tecnologías; fortalecer el apoyo para el desarrollo económico y aumentar el acceso a mercados internacionales, fomentando la cooperación regional.
Para monitorear esta iniciativa el Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y El Caribe, decidió en la XIV Reunión celebrada en 2003, apoyar un proyecto “….para producir un número de indicadores ambientales medulares (nacionales), así como aquellos económicos, sociales e institucionales requeridos a fin de evaluar el progreso alcanzado en la ejecución de la Iniciativa Latinoamericana y Caribeña para el Desarrollo Sostenible (ILAC)”. En el marco de este proceso, Argentina ha construido los indicadores propuestos por ILAC, presentados en su primera publicación.
El proceso de construcción de la matriz ILAC, se realizó a través de un proceso de consulta que involucró a distintas instituciones competentes en materia ambiental, siguiendo la metodología utilizada para obtener el SIDSA (Sistema de Indicadores de Desarrollo Sustentable para Argentina).
ÁREAS TEMÁTICAS
Vulnerabilidad, asentamientos humanos y ciudades sostenibles
Un desafío en relación con los asentamientos humanos y el desarrollo sostenible lo constituye la integración de los aspectos ambientales en el planeamiento del territorio, a los fines de mejorar las condiciones de vida de la sociedad. Este tema intenta abordar las interrelaciones principales entre las poblaciones y sus actividades económicas con el ambiente natural y construido en el que se establecen. Por otra parte para disminuir la vulnerabilidad es esencial contar con evaluaciones que promuevan la prevención y respuesta adecuada sobre los desastres.
Tener en cuenta todas estas relaciones es un requisito para lograr una utilización armónica y sostenible del ambiente así como para mejorar la calidad de vida de la población.
La matriz ILAC aborda las problemáticas de uso de suelo y degradación, contaminación de agua y aire, gestión de residuos y desastres naturales.